miércoles, abril 23

Vals

Y me voy trasformando mientras escucho esa melodía hipnótica… Y abro mis brazos tratando de abrazar al mundo. A cada persona que sufre, a cada ser que no quiere sentirse sólo en esta noche de frío.
Camino despacio y me convierto en un blanco fácil en aquella calle desierta, donde los locales parecen haber apagado las luces hace tantas noches atrás… Mis manos inquietas juguetean con mi pelo en medio de la densa niebla que se acumula dejando ocultas mis piernas.
Mi vestido trata sin suerte de parecer vistoso en este cuerpo atontado por los ecos de aquel violín encantado… Y los recuerdos vuelven a mí como las ráfagas de las tormentas primaverales que envuelven a los locos enamorados…
Sigo la línea de una ruta que desconozco mientras pongo en orden el desorden en que habitan mis pensamientos. Intenté recluirme en medio de aquel bosque encantado, intenté huir de lo que me forzaba a sentir… Pero ese sonido volvió a mí…
Y aunque deseo moverme más rápido de lo que puedo, mi cuerpo tiene sus propios deseos y ambiciones. Trato desesperadamente de huir de aquel sonido embriagador, de poder perderme entre las sombras de esas viejas casas, sin embargo se que soy percibida por aquellos ojos que todo lo ven… y entonces el huir se convierte en un pensamiento más.
Y sin pedir permiso mi cuerpo se retuerce en una danza frenética que intenta imitar a aquellas aves que tiene la libertad para volar sin ser alcanzadas… Mis brazos se extienden imitando torpemente a las alas de aquellas criaturas fantásticas, mientras intento vanamente alcanzar a la luna que me observa pasivamente…
Y me dejo arrastrar por el impulso frenético de bailar para los habitantes nocturnos, para aquellos seres que viven entre las sombras y nos miran como gigantes de la luz…
Y es entonces que cobro vida… como la bailarina de una caja musical me convierto en una imitación de un vals hermosamente tocado… Intentando expresar con mi cuerpo aquella melodía exquisita…
Y sonrío fugazmente a mis admiradores fantasmales mientras caen sobre mi cuerpo pequeñas gotas de lluvia que se transforman en mis lágrimas contenidas….
Y como un sueño vivido su mano cubre la mía mientras me envuelve en un abrazo tierno pero frío… Y me acompaña en este baile misterioso donde intentamos conocernos más allá de nuestros sentidos… Porque ese rostro es austero pero conocido, tanto como el amor criminal…
Hay amor esta noche… alguien toca los violines mientras las mariposas bailan alrededor…

XXX

Nova Moebius.

miércoles, abril 9

Separación... y lágrimas

Ese sentimiento confuso que nace desde lo profundo de nuestro ser. Ese calor que nos indica que seguimos vivos… aunque algunas veces de tanto dolor, no lo parezca.
Y cierro los ojos y trato de esconderme del mundo. Trato de entrar a ese universo onírico donde lo real es irreal y lo imposible posible.
Porque el dolor crece con cada instante que pasa. Porque por más que te busco no te encuentro. Porque el calor de tu mano sobre la mía se vuelve poco a poco más fría.
Y bajo una bóveda estrellada que invita a soñar con hermosas hadas plateadas… yo lloro sin consuelo por no poder sentirte cerca.
Y tu rostro se desdibuja… y mis brazos cansados intentan sin suerte abrazar la sombra de tu imagen poco nítida que se pierde como el eco en el viento, como los colores que alguna vez poblaron el lienzo de mi vida.
Tus besos abrasadores, tu mirada profunda, tus manos acariciando mi cara, aferrando mis dedos temblorosos en noches llenas de amor... El aroma de tu piel... Como en un sueño, todo se va perdiendo en este desencuentro inevitable.
Y el paraíso que me creaste empieza a desaparecer lentamente y sin pausa. Las flores de nuestro campo pierden sus pétalos mientras las nubes se juntan para llorar conmigo por tu ausencia.
Mi cuerpo sano no soporta a este corazón roto. A esta alma desgarrada. A esta vida que no quiere vivir...
Y el continuar se convierte en un continuo fracaso. En un intento forzoso por complacer aquellas miradas llenas de desaprobación... Miradas vacías que no comprenden que fuiste mi nota de color en esta ciudad gris y sin vida.
He intento olvidarte para no sufrir… y sufro más por intentar olvidarte. Porque cada caricia es un recuerdo y cada recuerdo una herida que parece no querer cicatrizar… jamás...
Y cada parte de tu ser esta grabada en mi. Y el amor se confunde con el odio por la desesperación del dolor.
Y no hay un final feliz, si el paraíso se transforma en infierno.
No existe un final feliz, si no puedo seguirte allá... a donde es que vas...

XXX

Nova Moebius.